La reciente tragedia que afectó a cientos de familias en Esmeraldas nos recuerda que la solidaridad puede transformar el dolor en esperanza.
Hoy más que nunca debemos sensibilizarnos y actuar:
Apoyando con donaciones responsables.
Escuchando y acompañando con empatía.
Cuidando nuestro entorno para prevenir futuras emergencias.