Mientras el huracán Sandy azotaba a Cuba, muchos voluntarios de la comunidad de la Cruz Roja Cubana no solo estaban en la primera línea de la respuesta, sino que también tenían que lidiar con el daño y la destrucción de sus propios hogares. Con más de un millón de personas afectadas por la tormenta, la recuperación llevará tiempo y esfuerzo.
En Santiago, una de las provincias más afectadas, el 94% de los voluntarios que son miembros de las operaciones municipales y los equipos de socorro se vieron afectados, muchos de los cuales sufrieron daños graves en sus hogares. Para muchos, la única opción es contar con el apoyo de amigos o familiares.
Rafael y Cito Provenza, provienen de la comunidad de Herrera, Holguín, una provincia que también fue golpeada por el huracán. Cito es un voluntario de la comunidad para la Cruz Roja Cubana y ha completado varios programas de capacitación con su sucursal local. Les dijo a los equipos de evaluación que inicialmente pensó que la tormenta no causaría mucho daño. «Al principio pensamos que la tormenta solo traería lluvia, por lo que realmente no nos preocupamos por eso», dijo. «Mi padre Rafael estuvo aquí solo, como habíamos dejado para cuidar de nuestras dos hijas».
Cito dijo que su padre de 77 años se refugió debajo de un colchón cuando la casa fue destruida a su alrededor. «La casa estaba completamente al revés, pero afortunadamente mi padre se quedó debajo de su colchón y cerca de la última pared restante».
Un voluntario, que formó parte de la evaluación inicial, dijo que fue un milagro que Rafael no fuera asesinado.
Pero ahora que la tormenta ha pasado, la limpieza puede comenzar. El aire se llena con el sonido de serrar y martillar a medida que la comunidad comienza a reparar el daño causado por el paso de Sandy. Cito trabaja con voluntarios y otros miembros de la comunidad para construir un refugio provisional para sus pollos, una importante fuente de ingresos para su familia que será esencial para su recuperación.
Las Provenzas, al igual que muchas otras familias en Cuba, han perdido casi todo y enfrentan un proceso de recuperación largo y difícil. No obstante, las comunidades y los voluntarios se están uniendo para ayudarse mutuamente a través de este momento difícil.
El Dr. Luis Foyo Ceballos, Director General de la Cruz Roja Cubana, dijo que, independientemente de las dificultades que enfrentan, los voluntarios han estado trabajando las 24 horas del día para brindar asistencia a los más necesitados. “Nuestros voluntarios han estado trabajando incansablemente desde el inicio del huracán. «Esto nos llena de orgullo porque nos brindan asistencia a pesar del hecho de que se han visto afectados», dijo.