La situación actual nos ha afectado positiva y negativamente a todos los jóvenes alrededor del mundo. Nos ha enseñado a ser más resistentes y ponerlo en práctica. Buscar alternativas y mejorar nuestro capital psicológico.
Sin embargo, también nos ha imposibilitado la oportunidad de practicar actividades presenciales. Tener que quedarnos en casa y no poder realizar actividades humanitarias de primera mano. Llegando a causar desmotivación para muchos jóvenes.