Las emergencias humanitarias tienden a tener lugar de modo más frecuente en los países de renta baja y media (PRBM), los cuales pueden estar menos preparados para prevenir y responder al suicidio, dado que poseen recursos humanos y asignaciones presupuestarias más limitadas para servicios de salud mental y sistemas de información adecuados, así como una sensibilización por la salud mental reducida a nivel comunitario.